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Nacional

El durísimo relato de David Escalante por la leucemia de su hijo

"Chiquito" habló con Pelota Parada y contó parte de lo que ha vivido desde que a Benjamín le detectaron cáncer a la sangre. 

David Escalante pensaba en un control de rutina de su hijo Benjamín, quien el 10 de agosto cumplió 9 años. Una visita al pediatra terminó con un diagnóstico impensado: leucemia. Hace dos meses, la vida de "Chiquito" cambió en todo sentido, pues está acompañando a su pequeño en el tratamiento para el cáncer a la sangre que padece.

En una conversación con Pelota Parada, el centrodelantero argentino, quien el 4 de agosto fue padre de Anita, contó que "fue un shock. Era un niño sano y que nos digan que tiene cáncer a la sangre fue durísimo como familia. Uno nunca se espera vivir esta situación, pero ya caímos. Hace dos meses estamos acá tratándolo. Estoy casi todo el día en el hospital, estoy viviendo este proceso que no se lo doy a nadie".

Respecto de cómo lo está viviendo el niño, el atacante de Cobreloa expresó que "le cambió la vida totalmente. Hace 10 o 12 días que no puede caminar bien, está en silla de ruedas. Se le cayó el pelo y yo también me rapé, estamos mostrándole el cariño y el amor y que estamos siempre con él. Día a día en el hospital he visto cosas que la burbuja del fútbol no te deja, durísimas de contar. Y de vivirlas, peor".

¿Y su carrera? Escalante contó que está en una especie de receso, aunque con autorización de la directiva de los "Zorros del Desierto". Según el ex "9" de Santiago Morning, "Cobreloa se portó de maravilla. Me cumplieron con el sueldo, desde el primer día me dieron todas las herramientas. Me sorprendió cómo han actuado todos. Presidente, plantel, cuerpo técnico, todos".

Eso sí, el oriundo de Tres Lletas reveló que le propuso una fórmula a Rodrigo Meléndez, pero no encontró una respuesta positiva. "Sigo entrenándome. Me llamaron de Santiago Morning para volver, le agradecí y dije que no. Hablé con el profe Kalule si él quería que estuviera cuatro días acá y fuera el fin de semana a jugar, me dijo que no. Si el profe cambia de idea, volveré. Si no, esperaré estos seis meses. Me quedan dos años de contrato en Calama así que en esa área estoy tranquilo", cerró el jugador de 30 años.

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