Las confesiones de un holandés que jugó en el Real Madrid
Estuvo tres temporadas en el cuadro "merengue", donde coincidió con Manuel Pellegrini y José Mourinho: su cercanía con Robinho, una pelea en una práctica con Saviola y la noche de la capital española, temas que tocó en su autobiografía.
El Europeo Sub 21 2007 fue pletórico para Royston Drenthe. Y también para Holanda, que conquistó ese torneo. El buen nivel del zurdo lateral o volante llamó la atención de los clubes más importantes del mundo. "Había 16 equipos interesados en mí, pero cuando llamó el Real Madrid todo quedó decidido", contó el futbolista, que hoy tiene 32 años y juega en el Kozakken Boys, de la Segunda División de su país.
Todo eso aparece en la autobiografía del nacido en Rotterdam, quien perdió a su padre cuando era muy, muy pequeño. "Lo mataron cuando yo tenía tres años y mi madre me lo ocultó durante mucho tiempo para protegerme", reza parte de la cruda historia que el formado en el Feyenoord vivió en la infancia.
Pero también contó pasajes de su estadía en el cuadro "merengue", donde hizo buenas migas con Robinho. "Apenas llegué hice buenos lazos con él. De vez en cuando iba a su casa, que tenía el sótano reconvertido en una discoteca", apuntó Drenthe, quien también jugó en el Hércules y el Everton de Inglaterra.
La fiesta madrileña, uno de los distractores del neerlandés en su paso por la Casa Blanca. "Sí, salía, aunque no todas las noches como se decía. Íbamos al Buddha y lo pasábamos muy bien. Un día fui con un amigo al casino y se acercaron dos mujeres muy guapas. Nos fuimos al hotel los cuatro y lo pasamos genial. Al terminar hubo un problema: nos pidieron 2 mil euros a cada uno. ¡Yo ni siquiera sabía que había que pagar! Madrid tiene muchas tentaciones por delante", reveló el jugador, quien incursionó en el rap cuando se retiró provisionalmente a los 29 años.
Pero no todo fue bueno en su paso por Valdebebas, la ciudad deportiva en la que entrena el Real Madrid. "Le pedí el balón a Saviola cuatro veces seguidas porque no me la daba, algo típico en un partido de entrenamiento. Entonces se paró y me dio un pelotazo. Me dijo que fui muy pesado para pedir la pelota", cerró Drenthe.
