El incierto panorama de Castillo a un mes de la trombosis
El delantero completa más de 30 días en recuperación a raíz del problema que sufrió en la pierna derecha. El América no se pronuncia oficialmente al respecto.
Por Fernando Contreras
Son días difíciles para Nicolás Castillo. El delantero está teniendo un 2020 para olvidar después de que, el pasado mes de enero, se rompiera el tendón recto femoral de la pierna derecha.
La lesión complicaba su presente deportivo, alicaído desde 2019, donde también sufrió con las lesiones. El 30 de enero de este año, sin embargo, un día después de la cirugía que pretendía devolverlo a la actividad, todo se tornó aún peor.
Ese día, el atacante sufrió una trombosis en la zona lesionada que cambió el rumbo de su recuperación. Y tal vez también de su carrera. Desde entonces ha transitado entre la incertidumbre y la desazón. "Tengo un partido aparte y no lo voy a perder. No sé lo que me depare el futuro, pero lo más valioso es que tengo una familia que no me deja nunca solo", escribió en redes sociales el 9 de febrero, cuando salió del hospital.
Tras ser dado de alta, no obstante, volvió a ser internado apenas cuatro días después por una supuesta segunda trombosis que luego el América desmintió. Esa fue, eso sí, apenas la segunda comunicación oficial de la institución sobre la situación médica del jugador, después de la que realizó para informar de la complicación surgida con posterioridad a la cirugía. De ahí en más, el cuadro de Ciudad de México ha aplicado una política de silencio en torno a la lesión del futbolista.
Contactados por CDF.cl, en el equipo médico de las "Águilas" aseguran que sólo el presidente del club, Santiago Baños, está "autorizado" para referirse al tema. El dirigente, a su vez, no atendió mensajes desde Chile y, en México, también ha sido esquivo con el tema.
La prensa azteca, finalmente, afirma que el máximo dirigente del equipo las emprendió en contra del DT, Miguel Herrera, por asegurar que el formado en la UC "volverá muy pronto" a jugar. Y es que aunque en suelo mexicano se especula con un período de inactividad no inferior a un año, los plazos siguen siendo indeterminados. Y el futuro de Castillo, 33 días después de su padecimiento, algo más que incierto.
