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Bitácoras mundialeras: Qatar, la tierra de los leones
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Bitácoras mundialeras: Qatar, la tierra de los leones

Aldo Schiappacasse nos destaca momentos anecdóticos, curiosos y rarezas en el marco de una nueva y apasionante jornada del Mundial de Qatar 2022. ¡Lee más aquí!

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Por Max Díaz

A Qatar 2022 llegaron cuatro leones. Los "Leones de Atlas", que son los marroquíes. Los "Leones indomables" que representan a la selección de Camerún. Los leones ingleses -que hay tres en su escudo milenario- ya están clasificados y que enfrentarán a Los "Leones de Teranga". O sea, a los senegaleses. El apodo viene de la lengua wolof, aborigen, que paradójicamente habla de la amistad y la amabilidad, requisitos poco apreciados en un león.

Senegal tiene aún muchas cosas tribales. Por ejemplo, recurrió a los brujos para recuperar a su estrella ausente, Sadio Mané, delantero del Bayern resentido poco antes de esta Copa del Mundo. Su padre es un imán (líder religioso islámico) en su pueblo, y nunca quiso que Sadio jugara al fútbol y tampoco que fuera al Mundial.

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La capital de Senegal es Dakar, la ciudad que se hizo conocida gracias al Rally, a la que le puso nombre aunque se corriera en el desierto de Atacama. Liberada recién de Francia en 1960, son actualmente campeones de África y enfrentarán a los ingleses en octavos. Al no estar Mané, su ídolo seguirá siendo -a no mediar una hecatombe- Papa Bouba Diop, que convirtió el gol del triunfo ante los colonialistas franceses campeones del mundo, dando una sorpresa monumental.

Diop falleció trágicamente a los 42 años, aquejado de esclerosis lateral amiotrófica (ELA) en el 2020. Bouba Diop también amargaría a Uruguay al marcarle dos goles en el último partido de la fase grupal, que terminó 3-3, y significó la eliminación de la Celeste, mientras que los senegaleses timbraron su pase a la siguiente ronda, al igual que ahora.

También pasaron, previsiblemente, Países Bajos y Estados Unidos, que le ganó con lo justo a Irán en un duelo que sacó más chispas en las conferencias de prensa que en la cancha. La FIFA, con Infantino vestido de terno y zapatillas blancas, que parece ser la moda, decidió que Stéphanie Frappart sea la primera árbitro en dirigir un partido en la Copa del Mundo. Lo hará en Alemania- Costa Rica y aumenta su récord. Dirigió el primer partido masculino profesional en Europa, el primero en la Liga francesa, el primero internacional con la Supercopa del 2019 entre el Liverpool y el Chelsea y el primero de la Champions entre la Juventus y el Dínamo de Kiev.

No la tendrá fácil porque puede ser la segunda eliminación en primera fase de los germanos, lo que sería tragedia en estado puro. Frappart nació en el Valle del Oise, sitio de encarnizados combates entre alemanes y franceses en las guerras mundiales. Pero la historia avanza, las heridas cicatrizan y la vida sigue. Si los teutones se van, no será culpa de ella.

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