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Messi brilló en el triunfo trasandino ante México.
Qatar 2022

Bitácoras Mundialeras: maravilloso corazón

Aldo Schiappacasse nos destaca momentos brillantes, milagrosos y hasta emotivos en el marco de una nueva y apasionante jornada del Mundial de Qatar 2022. ¡Lee más aquí!

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Por Max Díaz

Cuando Lionel Messi marcó el gol que devolvió a los argentinos al Mundial y evitó el mayor infarto colectivo que recuerde la historia, sonó en el estadio “Luz Delito”, la canción elegida por la Federación para animar los festejos de la hinchada. Wos es en realidad Valentín Oliva Mónaco, un cantante urbano que nació en el 98, por lo que sólo vio levantar una copa a su país el 2021 en el Maracaná.

La modalidad adoptada por la FIFA y Qatar ha permitido a los españoles escuchar 7 veces a Raphael cantando “Mi gran noche”, y a los ingleses a Dua Lipa, aunque la primera elección de los de Harry Kane había sido “Freed from desire”, de la italiana Gala, la misma que insólitamente habían escogido los polacos y los suizos. Insólito porque tres federaciones eligieron a una italiana, pero por sobre todo porque es una canción de 1997, casi electrónica. ¿Qué habríamos seleccionado los chilenos de ir al Mundial? No podemos saberlo, porque dependía de Pablo Milad y el Consejo de Presidentes, que, en una de esas, proponían “Que cante la vida”. O el “Chiu Chiu”. Vaya uno a saber.

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Ya es hora de que vayamos comparando a Mbappé con Neymar, un muchacho que va por su segunda Copa, que ha marcado siete goles (Messi lleva ocho en cinco mundiales) y que apunta para derribar todos los récords, incluido el de Cristiano. A propósito, el gran misterio del torneo es la inquietante imagen del luso llevándose la mano al interior del pantalón para sacar algo -que dicen es un chicle o una pequeña barra energética- para llevárselo a la boca.

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Yo crecí viendo a Marco Olea, quien se hacía llamar el caballero del gol, sacando una corbata del short para colgársela al cuello. Si eso me parecía que atentaba contra la mínima norma higiénica no quiero hacer comentarios tajantes sobre Cristiano y sus costumbres. En una de esas los pantaloncillos vienen con bolsillos interiores, lo que sería una novedad digna de imitación para venderla en una multitienda. Rosa Oyarzo (¿la recuerda?) lo habría expulsado de Doha.

Por Dinamarca jugó Christian Eriksen, lo que es un milagro. El tipo estuvo muerto cinco minutos y está en el Mundial gracias al desfibrilador cardioversor implantable -un pequeño dispositivo a pila del tamaño de una moneda- que se coloca en el pecho para controlar el ritmo cardíaco y detectar latidos irregulares. Así es el mundo moderno, aunque España siga recurriendo a Raphael y haya muchos que añoren las canciones electrónicas fáciles de Gala. Todo un anacronismo.

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