Bitácoras Mundialeras: la guerra de los mil años

La Guerra de los Cien Años en rigor duró 116. Para ser precisos entre 1337 y 1453, cuando los ingleses debieron ceder las tierras continentales y replegarse a Calais, que fue su último enclave en territorio galo. Todo había comenzado con la conquista normanda a la isla, en el 1066, donde Guillermo el Conquistador derrota a Haroldo (allí se libró la batalla de Stamford Bridge, que le daría nombre al estadio del Chelsea). Después habría otro período entre 1688 y 1815 en que Francia e Inglaterra combatieron siempre, o casi siempre y, en algunos casos, en confines tan lejanos como la India o Norteamérica.

Quizás le expresión más clara de la lucha militar entre ambas naciones se da con el ascenso de Napoleón, la lucha contra el Imperio y la batalla de Waterloo, donde el Emperador es derrotado por el Duque de Wellington. En fin, basta de historia. Sólo queríamos hacer el punto de que Francia e Inglaterra se han pasado la vida guerreando, por lo que el enfrentamiento en cuartos será apenas una confrontación más que, a estas alturas, afortunadamente, no deja sangre ni rencores eternos.

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Francia tiene un nuevo mariscal llamado Mbappé, llamado a convertirse en el nuevo Emperador. Tiene apenas 22 años, sus números hacen empalidecer a Pelé, Maradona, Messi y Ronaldo y a no mediar desgracia, jugará por muchos años más. Los ingleses tienen una pléyade de jóvenes, pero ninguno a la altura del galo, por más que Bellingham se alce como el jugador más caro y con más proyección de un equipo que también tiene a Foden y a Saka, fundamentales para romper la resistencia senegalesa.

Los tiempos que corren tienen otras expresiones de violencia. Antes del partido frente a Senegal, la nómina de Southgate no contemplaba a Sterling. Luego del partido se supo la razón del viaje de emergencia del delantero de retorno a Londres: su familia había sido asaltada y se vivieron momentos de terror. El técnico no quiso ponerle presión y no se sabe si volverá para el partido contra Francia, considerando que fue titular en los dos primeros duelos del Mundial.

La historia de Raheem explica muchas cosas. Nació en Jamaica, su madre era atleta y su padre fue asesinado violentamente, razón por la cual la familia decidió emigrar a Reino Unido. El delantero lleva tatuado en una de sus piernas un fusil M16, aunque su discurso es radical en contra de las armas. De carácter reservado, toma decisiones drásticas, como abandonar el Manchester City para buscar suerte en el Chelsea, lo que no ha resultado: lo han hecho jugar hasta de lateral.

Los miembros de la Football Asociación, que están alojados en un gran crucero de nombre Royal Europe en las aguas del golfo, frente a Doha, en medio del lujo y sin restricciones alcohólicas, esperan que vuelva, lo que no está fácil.